Penúltimo encuentro de preparación el disputado ante el CF Chiva en la tarde-noche de ayer en el Tomás Berlanga y que nos deparó agridulces sensaciones. A la eficacia de cara a portería y el buen juego combinativo, aunque irregular del conjunto de Luis Escudero, debemos lastrar que nuestros guardametas Sergio Crespo y Ángel Romero acabaron el encuentro lesionados. El aguerrido conjunto chivano llegaba a Requena en cuadro, con muchas bajas. Con su habitual indumentaria de camiseta y medias rojas y pantalón azul, Esteban Cana alineaba un once de circunstancias formado por los siguientes jugadores: Mario, Álex, Aitor, Jorge Moya, Joan, Pacheco, Flores, José Carlos, Sénior, Pérez y Vicente Mora. Como posibles sustituciones: Lucas (portero suplente), Javier, Williams y Sergio. Por parte local, Escudero introducía algunos cambios respecto al once que nos enfrentó al CD Onda el pasado sábado; alineando de inicio a: Crespo, Nacho, Rue, Nico, Carrasco, Carlos Ramos, Jordi, Alberto, Óscar Lacomba, Camacho y Gozalbo. Comenzó dubitativo el Sporting, en unos minutos de tanteo en los que el CF Chiva tuvo más posesión pero sin crear excesivo peligro. Eran los primeros compases del choque y había algo de incertidumbre por parte local. Un espejismo. Apenas superados los diez primeros minutos, un robo de Gozalbo en línea divisoria se tradujo en un bombeo templado a zona de tres cuartos, la movilidad de Jordi ganaba la espalda a los centrales chivanos y cruzaba el esférico ante la media salida de Mario. Primer balón que tocaba y primer gol del killer utielano. Lejos de amilanarse, el equipo de Cana estiró las líneas buscando las internadas por banda derecha, haciendo daño a la zaga sportinguista pero sin poner excesivos aprietos al guardameta requenense. Atravesaba el partido su fase de sesteo cuando llegó la lesión de Crespo, que sufrió un pinchazo y tuvo que retirarse al final de la primera mitad. La entrada de Ángel Romero no cambiaba nada en un guión calcado al del inicio. Juego directo de los rojillos repelido en esta parte por el poderío físico de Edgar, haciendo de chófer del balón conduciéndolo hasta zona de medios para inicio de las acometidas locales. Fruto de una de ellas, el segundo gol. Otra muestra más del oportunismo del 9 del Sporting. Balón colgado por Carlos Ramos que superaba a la zaga chivana y aparecía como una exhalación Jordi para llevar el 2-0 al luminoso. Esta vez, no hubo sesteo, si no endurecimiento del choque. Hubo duras entradas por parte de ambos conjuntos y el partido atravesó su fase peligrosa. Gol anulado al CF Chiva por falta de Sénior al portero requenense. En la siguiente jugada de ataque chivano, un saque de esquina provoca un barullo en el área pequeña, Ángel no bloca la pelota y otra vez Sénior, golpeaba el rostro de Ángel arrebatándole el esférico e introduciéndolo en la portería requenense. Miradas. Dudas e incredulidad al comprobar que el trencilla daba gol. Ninguno de los asistentes se había percatado, salvo Luis Escudero, que esa patada había provocado una hemorragia a nuestro portero. Aprovechaba el técnico requenense para mover el banquillo, dando entrada a Adrián Arenas, Cristian Micó, Silver y Jaime Babiloni. Notó el aire fresco el conjunto local, que hilvanó bonitas jugadas provocando una pena máxima transformada magistralmente por Alberto. En su recta final, llegamos a los mejores minutos del Sporting en el partido, coincidiendo con la entrada de Pablo de Mingo, que surtió geniales balones a los puntas requenenses. Uno de ellos, magistral, caía a pies de Silver que esta vez, no perdonaba y sumaba el cuarto al electrónico. Ya no se movería el marcador hasta final del encuentro. Especialmente positiva fue la reaparición de Mario Cardona, que tras su gravísima lesión de rodilla volvía a entrar en juego. Un jugador que será importísimo para dar consistencia al juego de ataque albinegro y que volvía a sentirse futbolista después de tanto tiempo de baja. P.D. Aprovechar estas líneas para desearle al Gato de Cheste Ángel Romero, una pronta recuperación, ya que al concluir el encuentro era trasladado al hospital para recibir diez puntos de sutura por su herida en la barbilla